Durante siglos, el ónix negro ha sido venerado como una piedra sagrada de protección y conexión a tierra, un guardián contra la negatividad y las malas intenciones. En cada vela de protección sagrada, actúa como núcleo energético, absorbiendo las vibraciones densas, disolviendo el miedo y restaurando el equilibrio espiritual.

Utilizado tradicionalmente en rituales de limpieza y protección, el ónix negro ayuda a fortalecer tu campo energético, creando un escudo que desvía la envidia y las influencias negativas. Al combinarlo con fuego e intención pura, se convierte en un protector silencioso, transformando la negatividad en fuerza, paz y una estabilidad inquebrantable.

Cada vela de Limpieza Sagrada está elaborada con una poderosa mezcla de ingredientes ancestrales conocidos por su energía protectora y purificadora. La albahaca purifica el ambiente y disuelve la negatividad, creando una sensación de paz y claridad. El palo santo atrae la calma y la armonía, restaurando el equilibrio energético de tu entorno. El copal negro elimina las influencias indeseadas, abriendo caminos hacia la renovación y la serenidad, mientras que la coetzala actúa como un antiguo escudo, desviando las malas intenciones y protegiendo tu espíritu. En el centro se encuentra el ónix negro, una piedra semipreciosa que conecta con la tierra, absorbe y transforma la energía densa, dejándote protegido, alineado y abierto a la prosperidad.

Cada vela contiene estos mismos elementos sagrados, pero cada mezcla está equilibrada de forma única en la cantidad de cada ingrediente, cuidadosamente formulada para abordar tipos específicos de bloqueos energéticos.